Parece que el arte inmersivo ha venido para quedarse. Esta impresionante forma de arte ya tiene un puesto fijo en grandes ciudades como Tokyo, París o Washington y, ahora, llega también a nuestra querida capital, Madrid.
Parece que el arte inmersivo ha venido para quedarse. Esta impresionante forma de arte ya tiene un puesto fijo en grandes ciudades como Tokyo, París o Washington y, ahora, llega también a nuestra querida capital, Madrid.