Todos hemos oido y nos hemos referido alguna vez a esos países en los que “siempre hace buen tiempo”, porque durante todo el año las temperaturas son más o menos templadas. Pues en todos estos casos, a lo que nos referimos en realidad es a los países que se encuentran en la zona intertropical.
La zona intertropical del planeta es una de las cinco zonas geoastronómicas o latitudinales de la Tierra. Estas son básicamente las zonas determinadas por los cuatro paralelos principales del planeta a parte de la línea del ecuador: los dos trópicos y los dos círculos polares. La zona intertropical, tal y como indica su nombre, se encuentra delimitada entre el trópico de Cáncer y el de Capricornio.
Debido a la posición e inclinación de la Tierra respecto al Sol, las líneas de los trópicos son los puntos más al norte y al sur del planeta en los que, por lo menos un día al año, los rayos del sol inciden verticalmente sin proyectar sombra. Por ello, la zona intertropical, que se encuentra entre estos dos límites, prácticamente no tiene estaciones y la temperatura casi no varia durante todos los meses del año. Puede ser caliente o templada, pero siempre se encuentra alrededor de los 25°C.

La zona intertropical, a la que de forma imprecisa nos referimos simplemente como zona “tropical”, es la más extensa en proporción con las otras zonas que dividen el planeta Tierra. Abarca el 40% de la superficie terrestre y en su franja contiene el 37% de las tierras emergidas.

Tal y como vemos en la imagen superior incluye la mitad inferior de México, todo Centroamérica y la mitad superior de Latinoamérica, menos Chile, Argentina y Uruguay. Incluye todos los países africanos menos Sudáfrica (con sus tres capitales) y los cinco países más al norte (Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y Egipto). Además del sur de la península arábiga y de gran parte de la India, incluye todo el Sudeste asiático y todo Oceanía menos la mitad sur de Australia y Nueva Zelanda.
Tener una imagen clara, panorámica, de las regiones generales que forman el planeta en el que vivimos es un lujo. En especial estas que son las más notables, pues su razón es física, no arbitraria, y está asociada con nuestra relación directa con el Astro Rey, el Sol.